¿Puede una bacteria ayudarnos a manejar el estrés? El sorprendente potencial deBifidobacterium longum 1714™

Bifidobacterium longum 1714

En los últimos años, la relación entre nuestro sistema digestivo y el cerebro ha pasado de ser una curiosidad científica a una de las áreas más prometedoras de la medicina y la psicología.

La relación entre el intestino y el cerebro ya no es una simple intuición: la ciencia ha confirmado que ambos órganos están conectados a través de lo que se conoce como el eje intestino-cerebro, un vínculo que permite una comunicación constante y bidireccional entre ambos órganos.

Esta comunicación bidireccional influye en aspectos como el estado de ánimo, la respuesta al estrés, la memoria e incluso el sistema inmunológico.

En este contexto ha surgido un concepto novedoso y muy prometedor: los psicobióticos. Se trata de cepas de bacterias que, más allá de beneficiar la salud digestiva, tienen efectos positivos sobre la mente.

Pero ¿qué papel juegan en esta conexión los microorganismos que habitan nuestro intestino? La respuesta es cada vez más clara: un papel fundamental. Y entre los protagonistas más estudiados clínicamente y prometedores destaca una cepa probiótica de origen natural y humano, que habita de manera normal en nuestro intestino: Bifidobacterium longum 1714™. Y los resultados que ofrece son muy interesantes y prometedores.

Un estudio que cambió las reglas del juego

Investigadores del prestigioso APC Microbiome Institute (Irlanda) llevaron a cabo un ensayo clínico con adultos sanos para evaluar el efecto de esta cepa en situaciones de estrés social, utilizando el Trier Social Stress Test, una prueba ampliamente validada para inducir estrés de forma controlada en laboratorio.

Los resultados fueron sorprendentes:

  • Menor producción de cortisol, la principal hormona relacionada con el estrés.
  • Mejor rendimiento cognitivo durante tareas que exigían atención y memoria.
  • Mayor estabilidad emocional frente a estímulos sociales desafiantes.
  • Cambios observables en la actividad cerebral mediante resonancia funcional (fMRI), especialmente en regiones asociadas a la ansiedad, como la amígdala y el hipocampo.
 

Estos hallazgos apuntan a que Bifidobacterium longum 1714™ no solo actúa a nivel intestinal, sino que puede tener efectos moduladores sobre el sistema nervioso central, a través del eje intestino-cerebro.

¿Cómo puede una bacteria influir en el cerebro?

Aunque pueda parecer sorprendente, existen mecanismos biológicos claros que explican esta influencia:

  • La microbiota intestinal participa en la producción de neurotransmisores (como GABA o serotonina) y de sustancias antiinflamatorias.
  • Las bacterias beneficiosas ayudan a modular el eje HHA (hipotálamo-hipófisis-adrenal), que regula la respuesta al estrés.
  • También mejoran la integridad de la barrera intestinal, lo que reduce la inflamación sistémica que puede afectar al cerebro.

 

Todo esto sugiere que cuidar la microbiota no solo es importante para la digestión, sino también para el bienestar emocional y cognitivo.

Psicobióticos: una nueva frontera en salud mental

Este tipo de probióticos que afectan positivamente la mente reciben el nombre de psicobióticos. A diferencia de los probióticos convencionales, que se centran en la salud digestiva, los psicobióticos tienen además el potencial de reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo o modular la ansiedad.

¿Cómo lo hacen? Algunos mecanismos propuestos incluyen:

  • Modulación del eje HHA (hipotálamo-hipófisis-adrenal), regulando la respuesta al estrés.
  • Producción de neurotransmisores y metabolitos como GABA o serotonina.
  • Mejora de la barrera intestinal, lo que disminuye la inflamación sistémica.
  • Influencia sobre el sistema inmune y las vías inflamatorias que afectan al cerebro.

¿Una herramienta complementaria?

Es importante subrayar que el uso de psicobióticos no sustituye ningún tratamiento médico ni psicológico. Sin embargo, podría convertirse en una herramienta complementaria útil, especialmente para personas con alta carga de estrés, como profesionales en ambientes laborales exigentes, estudiantes en época de exámenes o personas en procesos de cambio vital.

El futuro de la salud mental podría estar más cerca del intestino de lo que imaginamos.

La cepa Bifidobacterium longum 1714™ tiene efectos reales y medibles sobre la forma en que el cuerpo responde al estrés. A través del eje intestino-cerebro, esta bacteria puede ayudar a modular funciones emocionales y cognitivas.

Todavía queda camino por recorrer, pero la ciencia avanza hacia una visión más completa del bienestar, donde cuerpo y mente se entienden como una unidad.

zenflore producto

Zenflore® contiene la exclusiva cepa probiótica Bifidobacterium longum 1714™ , una cepa natural de origen humano con evidencia científica en humanos que sugiere efectos beneficiosos sobre la resiliencia al estrés social, el rendimiento cognitivo en situaciones desafiantes y la regulación emocional.

Un psicobiótico que contribuye al equilibrio emocional y te ayuda a gestionar tu estrés.

 

¿Qué papel pueden tener en la práctica?

Tanto para pacientes como para profesionales de la salud, este tipo de psicobióticos podría representar una herramienta complementaria en contextos como:

  • Manejo del estrés agudo, crónico o laboral.
  • Apoyo en la ansiedad leve o transitoria.
  • Mejora del rendimiento mental en situaciones de alta exigencia.
  • Promoción del bienestar emocional en estilos de vida saludables.
 

Eso sí: no estamos hablando de una “cura” ni de un tratamiento aislado. Los psicobióticos pueden ser un complemento útil dentro de un enfoque integral de salud mental que incluya alimentación, descanso, ejercicio, atención psicológica cuando sea necesario y hábitos sostenibles.

Fuente científica

Allen, A. P., Hutch, W., Borre, Y., y col. (2016). Bifidobacterium longum 1714 as a psychobiotic: modulation of brain activity and behaviour in healthy volunteers. Translational Psychiatry, 6(11), e939.

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